Estoy perdida
en un sin fin de huellas.
Huellas que dejaste marcadas en mi piel.
Es como un bosque
oscuro,
no siento el calor del sol
no escucho el cantar de las aves
y
no estas a mi lado.
-Oh, ¡me siento tan sola amor!
Estoy cegada por tu olvido,
camino con la única ilusión de toparme
contigo,
y que me guíes, así
como antes lo hacías,
que me lleves a la luz que ya no veo.
-Guíame con tu voz,
con tu cantar. Llévame al cielo,
no me abandones en este infierno.
Mejor lléname de tus caricias
indispensables, indispensables
como esos besos cuando cerraba mis ojos,
y no te veo
pero te siento.
II
He sobrevivido a esta oscuridad, y he ido a mi funeral,
te veo lanzando tierra a mi urna,
-la misma persona que me asesino.-
Y ahora creo en la resurrección,
porque estoy aquí, viviendo de nuevo,
y no por ti,
no por alguien más.
Es por mí.
Vivo por mí,
en un lugar frío,
pero sé bien cuando necesito del calor,
y me refugio en el sol.
Aunque sigo pérdida.
-FRANLIA CARO